miércoles, 17 de agosto de 2011

Vuelta a las Islas Clandestina

Enlace"CLANDESTINOS"

7 de la mañana, nervios en la barriga como cuando chico me levantaba el día de excursión del cole. La noche anterior ya los notaba. Aparqué mi coche cercade la CDP y allí estaban ya Paz y Andrés los cuales supuse habían dormido allí, pues ya tenían las piraguas afuera y terminaban de pertrecharse para dirigirse al pantalán. No me dio tiempo a preguntar cuanta gente venía cuando Paz y Andrés ya estaban de camino hacia el pantalán. A ésto aparecieron Yesu y Antonio Gómez. Ramón también hizo acto de presencia y una vez que llegué al pantalán con mi piragua, dispuesto a echar el último vistazo a mis pertrechos, aparecieron los dos últimos “clandestinos”. Ya estábamos los 8 clandestinos. Para entonces Paz y Andrés y estaban en el agua. Mi impresión fue rápida, “hay prisa”.
Culebreamos por el Carrascón -entre bostezos y estiramientos- mientras coincidíamos en la idea de que habíamos quedado a las 7:30 en la CDP. Se ve que Paz yAndrés lo tenían claro. Entre susto y susto de serranillos madrugadores, a esa hora un costalazo con el casco de una piragua tiene que doler mucho más que e lresto del día.
Descubríamos que el Sol se despertaba un poco después que nosotros esa mañana y que, aún así, tampoco es que se hubiera levantado con muchas ganas de trabajar.
Pasamos Gallineras en un abrir y cerrar de ojos y menos mal que fue en ese orden, puesto que si los hubiéramos dejado cerrado no habríamos disfrutado de las imágenes fantasmagóricas de los veleros que nos íbamos encontrando.
La niebla se había instalado en Sancti Petri y de ahí parecía que no la iba mover nadie.


Paramos en Sancti Petri,a desayunar, yo ya lo hice antes en mi casa, pero para esto soy como los Hobits del Señor de los Anillos, notengo problemas por desayunar varias veces en la mañana.
pedazo de barrita enegética

No se exactamente porqué lo vieron extraño, pero por un momento me sentí “un bicho entre los bichos”. Digo esto porque, al entrar en la Asociación de pescadores donde fuimos a desayunar,todos nos miraban extrañados por las pintas que llevábamos: bañador, licra, escarpines, gorra, gafas y palas. El detalle de la pala me gustó. Me dio la impresión de que hacía el mismo gesto que Fernando Alonso cuando se baja del Ferrari, ¡que se lleva el volante! , pues nosotros nos llevamos lasPalas. La cuestión es que, con más o menos descaro, todos nos miraban intrigados. Pero mi asombro fue cuando mis propios compañeros se sorprenden al ver mi “media tostá con mantequilla y azúcar”. Para mi eso es como echarle una gotita de aceite del bueno al jamón y ponerle unas rodajitas de tomate.
Salimos incumpliendo un poco el horario marcado por Andrés. La niebla continuaba, tanto es así que fuimos testigos de cómo algún “atrevido, inconsciente, negligente e ignorante” se metió por el sitio que no era y ¡¡peinó el fondo con el casco de su barco!!
Hay gente que les dan el carnet en una tómbola, y ahora resulta que el de barco también!!

La niebla pone nervioso a cualquiera, el castillo no se veía casi, y nosotros empezábamos a navegar por aguas oceánicas. Entre las olas, la niebla y sobre todo, la conversación nos fuimos separando en dos grupos de cuatro. En camposoto se veía como la gente iban cogiendo sitio, no fuese a ser quenos quitaran la playa ese día. Se veía el ajetreo de los de Protección Civil, los del chiringuito, los jartibles que llegan a primera hora, los que se iban de vuelta con los cristales empañados… Que pedazo de playa Camposoto!!
Justo cuando salíamos de la parte abierta y entrabamos en la parte cerrada alpúblico de la playa de Camposoto y con, todavía, la niebla en lo alto, nos apareció una pequeña boya amarilla y justo al lado, dos aletas negras chapoteando.

De repente asomó la cabeza un buzo o un pescao con pinta de buzo. Llevaba un traje mimetizado y su cara, -que no pude ver-, seguro que tenía la misma expresión de asombro que las nuestras. Por suerte la niebla siempre nos dejaba ver la torre de Torregorda y con ese punto de referencia íbamos navegando bajo la niebla hasta que nos sobrevoló un avioneta, la cual pareció que se la llevó, ya que desde entonces, el banco de niebla nos abandonó y no siguió nuestra ruta. Nos reagrupamos y rememoramos nuestras vivencias en una buena época en la playa de Torregorda.

Así charlando llegamos hasta nuestra siguiente parada.
Teníamos que llegar a la playa, pero para ello debíamos de atravesar unabarrera de rocas. “La Leona”. Los que llevábamos piraguas de fibras cerrábamos un poco los ojos, nos tapábamos los oídos y dábamos golpecitos con los pies para disimular los posibles contactos con las rocas. Las olas impedían que las maniobras fueran seguras. Hubo algún que otro abordaje y algún que otro revolcón, pero todo salió muy bien, nadie sufrió daños, ni físicos, ni emocionales. Las piraguas tampoco. Aprovechamos para hacernos fotos, comer algo y vaciar las vejigas.
En la playa ya había masgente, incluso conocidos.
En breve nos dirigíamos hacia el tramo anterior a la parada para comer, La Caleta.
La salida de La Leona fue tan emocionante como la entrada. Esta vez si hubo daños físicos, Andrés, mejor dicho su espalda, pagó el esfuerzo de darnos el tirón/empujoncito para afrontar las olas y despegarnos de la arena. También los hubo emocionales, Yesu perdió sus gafas, con las cuales llevaba mas de 10 años… ¡¡Fue mas lo emocional que lo material!!
Llegamos a cortadura y la “marea humana” se hacía visible a leguas como una mantamulticolor. Cádiz se encontraba también bajo una niebla un poco mas alta, que hacía que el Pirulí pareciera estar en otra altura superior, ya que todo el tronco/base del edificio no se veía, sólo la parte superior, dando la impresión de ser uncastillo entre las nubes. Estando maravillado por la manta de colores que formaban todas las sobrilla de la playa gaditana apareció un palista al que todos identificamos como Vito. Nos saludamos y nos acompañó hasta La Caleta.
Al llegar la puente para pasar por su segundo ojo, nos dimos cuenta de la gran cantidad de genteque había.

El agua estaba cristalina y paramos en las pequeñas playitas que allí se forman, parcomer.
Nos despedimos de Vito, el cual regresaba a su punto deorigen. Nosotros continuamos, rodeando la alameda Apodaca. Algún valiente quiso ver las piedras de cerca.


En esta parte, con la barriga llena,las olas y el rebote contra la muralla, más la cantidad de embarcaciones que regresaban a puerto ( se ve que era la hora de comer) hizo que se notara que estábamos navegando y no precisamente por internet.
Llegamos a la punta San Felipe y ahí fue cuando los 8 clandestinos nos convertimos -casi sin querer-, sin hablarlo, sin haberlo acordado... en tres animales a la vez. Primero nos convertimos en camaleones, mirando con un ojo los barcos que pretendían entrar en el muelle y con el otro los que quisieran salir. Luegos nos convertimos en gatos y empezamos a remar con sigilo y cuidado no se fuera a levantar mucha espuma y se nos viera de lejos. Y, por último, nos convertimos en ñus... De repente, escuchamos la llamada de la selva. Uno, -no se sabe bien quien-, empezó a remar rápido, luego otro, y otro más. Y efecto dominó hizo el resto. Los ocho clandestinos remábamos hacia la otra punta despavoridos.
Una vez allí debíamos cruzar hacia la otra orilla, Matagorda.
Andrés nos dijo que había una pequeña playa con un castillo.
Algunos nos partimos los ojos de tanto comprimir las pupilas para poder divisarlo. Cruzamos, incluso, cortándole la proa a algún que otro “dominguero”con el titulín que lehabía tocado en la “tómbola”.
Ya por fin, en Matagorda, decidimos descansar y hacernos unas fotillos de grupo.
El automático es automático y salta cuando quiere. Esto es lo que suele poner la letra pequeña del libro de instrucciones (enciclopedia) de las cámaras de fotos modernas. De allí y después de un poco de cultura cogimos la canal hacia la Clica. ¡¡Que bonita es la bahía!!
Algunos aprovechamos para descargarnos del estrés que nos produce el trabajo y lo cabrones


que son los Jefes. Llegamos a la Clica. Casi no dio tiempo a un cigarrito, cuando ya estábamos en marcha. Vimos truenos, rayos, relámpagos y nos faltaron lascentellas. Llegamos a el tramo de los puentes donde lo peor no son los puentes sino la gente que está arriba de ellos. La gente pescando y ¡¡nosotros esquivando las tanzas!! Por fin cruzamos el puente Zuazo y sólo nos quedaba llegar al pantalán.
Se ve que hay gente que, a día de hoy, todavía no saben leer. Ni siquiera interpretar símbolos básicos. Para alguno la palabra PROHIBIDO es lo mismo que PERMITIDO. Para algunos el dibujo de un tio pescando metido en un circulo rojo y cruzado por una franja significa que se puede pescar sin pegas. Pues nada allí estaban tres generaciones de pescadores. E incluso, -creo-, que algún que otro cuñao. El abuelo, el padre, el niño y el cuñao, con su sombrilla alambrada, ¡no apoyada, no!... alambrada al pasamanos del pantalán. Algunos decidieron sacar las piraguas directamente por las piedras. Otros utilizamos el pantalán que para eso está, y ¡¡no para pescar!!
17:40 horas. Hemos llegado, le hemos dado la vueltas a las islas de forma “clandestina”. Ha sido mi primeravez, -como siempre-, ¡¡un placer!!! Como diría alguno “Una hemorragia de satisfacción”.
Cronica de Antonio Luque, fotos de Paz.

4 comentarios:

  1. Sabia que ibas a reflejar todo estupendamente. Gracias por hacerme revivir de nuevo la vuelta a las islas. ENHORABUENA LUQUE.
    Andrés Barba

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  2. Perdona, Luque. Te lo pongo en la entrada de Kayak de Mar?

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  3. Felicidades a los participantes de esta vuelta, me alegra ver mujeres en el grupo, sois verdaderos argonautas... a por la próxima. Saluditos. Isabel

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  4. Buenas fotos, buena singladura, pero mejor crónica. De las mejores que he leido de una vuelta.

    Gracias a todos, Fotograf@s y cronista.

    Como ya dije, pensaba ir pero las lunas no se alinearon, la vida que es como es...

    Una pregunta, hay una foto de un barco varado, se varó para limpiar el fondo y no pagar rampa (se suele hacer) o varó por la niebla y la falta de calado??? Si es la 2ª, "pa verse matao"

    Lo dicho un saludo y gracias.

    Antonio Moreno.

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