jueves, 6 de octubre de 2011

RUTA DEL RÍO PALMONES (II)

RÍO PALMONES O EL RÍO DE LAS CAÑAS

El pasado Lunes 3 de Octubre Manolo D. y yo hicimos una de las rutas más aventureras de la provincia de Cádiz.
El Río Palmones recibe varios nombres: río de las Cañas, río Blanco, Palmones... Y desde ahora también será el río del Parque Jurásico. Pronto veréis porqué.
La ruta, saliendo desde Los Barrios, tiene dos partes. En la primera se asciende por el curso del río hasta allí donde ya no pasan las piraguas, más o menos, a la altura del Cortijo Jaramillo. Son 11 km ida y vuelta.

La segunda desciende hacia la desembocadura hasta el arroyo Matavacas (5,3 km ida y vuelta). Puede avanzarse un poco más hasta la presa (9 km ida y vuelta).

Por la mañana hicimos el primer tramo. Al principio, con el agua remansada por la presa, paseamos por el río contemplando la espesa vegetacion de la ribera y viendo asomar las casas de Los Barrios por encima de los árboles. Galápagos, carpas, garzas y grullas nos acompañaron un buen rato.

A la derecha dejamos los contenedores del Club de Piragüismo de Los Barrios y algún osado puesto de pesca. Tropezamos con un bajío arenoso y una pequeña isla. Tras la primera curva pasamos por debajo del puente de la autovía Jerez - Los Barrios. El curso sigue siendo amplio y rodeado de alisos, fresnos, eucaliptos y cañaverales.
Una curva a la derecha y el río empieza a estrecharse. Los árboles de cada orilla se acercan. Vemos los primeros árboles caidos sobre el agua. Damos comienzo a la carrera de obstáculos.
Tenemos el cortijo del Básamo a un lado y el de la Morisca al otro. Nuestro objetivo es llegar a un puente pequeño conocido como la Pasarela del Caramelo. Al llegar a un vado -que hemos de franquear a pie- se nos acerca el guarda de una de las fincas. Un tipo amable y cordial. Nos cuenta algunas historias y nos dice que hasta la pasarela quedan 300 m. Y así era. 300 m saltando ramas, cruzando vados de arena y troncos, empujando la piragua, esquivando árboles, piedras, raices, ramas...

Y... ¿ésto que es para nosotros? Esta frase de manolo me gusta. La he adoptado.
Circulamos entre árboles, no se ve el cielo. Los dinosaurios deben estar cerca.

En la pasarela del Caramelo hay más agua. Fotos de rigor y decidimos seguir. Aún es temprano.
Más vados, más árboles caidos, más saltos con la piragua en peso. En cada uno de ellos paramos para ver si hay agua delante para poder seguir. Y seguimos.
Caballos, vacas y algún burro nos miran curiosos al pasar. Locos de atar leemos en sus ojos. Pos va a ser que sí.
Tenemos hambre y seguimos. Llevamos dos km desde la pasarela subiendo y bajando del kayak. Manolo se detiene, ha visto unas calabazas en el borde del río. Han crecido silvestres junto a los fresnos. Coje la más grande y la carga en la piragua -deja con harto dolor de su alma las otras dos- (lo vi mirar hacia atrás varias veces con añoranza) . Quedan más de 10 km de ruta y se lleva una calabaza de 15 kilos pa casa. Pobrecito, tendrá hambre. Le he dicho a su mujer que le prepare media docena de bocadillos la próxima vez.

Escuchamos de nuevo los coches circular por la Autovía, que tenemos a nuestra derecha, aunque no la vemos con los árboles. Llegamos a otro vado y ya no hay agua pasa seguir. Nuestra presencia espanta a un pequeño corzo que bebía en el río. El suelo es arenoso y es posible andar por el río un rato. No hay posibilidad de seguir con la piragua.
Paramos a comer bajo los fresnos.
Bien comidos, partimos hacia Los Barrios. Quedan 5,5 km hasta allí.
La ruta de obstáculos es la misma a la ida y a la vuelta. Bueno, no exactamente, he roto el remo nada más salir y tengo que remar con una sola pala. "Así es más aventura": también adoptaré esta frase de Manolo.

Cerca de los Barrios, espantamos varios grupos de garzas. Manolo lleva en la piragua una calabaza y dos boyas. Si vuelca, al menos, tendrá donde agarrarse.

Pasamos el embarcadero por el que salimos (apenas unas escaleras) y decidimos continuar, aunque no hasta la presa, sino hasta el arroyo Matavacas.

Son 5,3 km ida y vuelta. Esta parte del río nos aclara por qué es conocido con el nombre de río de las Cañas. Algunas hay.

El curso es amplio y remansado por el efecto de la presa de contención. Es un paseo. Nos cruzamos con varios piragüistas entrenando. Van rápido y no se paran.
Hay muchos galápagos en este tramo. Toman el sol sobre los troncos de la ribera y se lanza al agua al vernos. No todos. Manolo lleva en su piragua una calabaza, dos boyas y un galápago.

Pasamos por un colector de aguas residuales. La vegetación alrededor está quemada, blanquecina. ¡Que no saldrá por ahí!. Más adelante hay otro colector. Manolo lleva en su piragua una calabaza, dos boyas, un galápago y una pelota. Si esto dura mucho se hundirá por el peso.

El arroyo de Matavacas es poca cosa. Se acerca la noche y decidimos volver. Sin novedad en el regreso porque Manolo no encontró nada más que llevarse.

Esta es la crónica de un día fantástico, lleno de aventuras. El recorrido realmente bonito. El tramo alto precisa piraguas que maniobre bien, ligeras y -mejor- de plástico. Si no queréis arañarla, mejor no ir.

Hasta la próxima aventura.

El resto de las fotos pulsando AQUÍ

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