
Hola compañeros.
Voy a describiros una ruta realmente interesante, realizada por Manolo Delgado y yo el pasado Miércoles 6 de Julio.
Salimos desde la Playa de los Lances, a la altura del campo de futbol. Con viento flojo de poniente aproamos a la Isla de las Palomas, entrando por detrás del viejo espigón. Hay una pequeña playa muy coqueta allí. Conocimos a unos madrileños, afincados en tarifa, que se ofrecieron a hacernos unas fotos.
Terminada la sesión fotográfica empezamos a circunvalar la isla, observando las numerosas casamatas y los diversos baluartes erigidos en los acantilados. A la altura de Punta Marroquí, con la vista del faro al frente, el mar se pica. Es normal aquí, por efecto de la resaca. Pasamos el faro y entramos en el Mediteráneo; el mar se amansa y el agua se enfría.
Ya cerca del istmo que une Tarifa con la Isla, en la ensenada conocida como La Rada, desembarcamos junto a la Puerta del Castillo. Mujeres hermosas y unos castillos hinchables adornan el entorno. Comemos muy a gusto. Embarcamos de nuevo y vamos a ver la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que adorna el espigón del Puerto. Llega el ferry de Tánger y tenemos que buscar refugio tras el espigón. Ésto no le gusta al práctico del puerto y sale para echarnos de allí. "En seis minutos llega otro ferry". 4 minutos nos bastaron para salir -como motoras fueraborda- de La Rada y enfilar la Punta Marroquí de nuevo. El viento arrecia, las olas se encrespan y no es posible circunvalar la Isla. La mar se ha enojado. Regresamos a la rada y vamos a la Playa Chica. No es necesario explicar el porqué de su nombre. Desembarcamos, cruzamos el istmo cargando con las piraguas y nos acercamos a la orilla , ya en la Playa de los Lances.
El mar está bravo. Olas de 1 metro muy seguidas. Manolo lo intenta. Vuelca y pierde las gafas de sol. Mejor andar.
El Río de la Vega es pequeño pero navegable casi hasta las primeras casa de Tarifa.
Retrocedemo y entramos en la Albufera de los Lances. Una laguna, separada del mar por una estrechísima franja de arena durante la bajamar. En la pleamar entra el agua del mar y repone la que se evapora y filtra. Es un fenómeno muy curioso. Con la pleamar desaparece casi toda la playa.
La Laguna nos conduce al Río de la Jara, dejando a a derecha la entrada al Arroyo Salado, al que iremos después.
El Río de la Jara es el más largo e interesante de los tres. Pudimos ver ruinas de varios puentes. Puede remontarse más de 4 Km arriba. A partir del 4 Km se estrecha y hay que abrise paso entre cañas " a empujones". Una aventura. Garzas, cigüeñas, culebras, jilgueros, tordos... La vegetación muy similar a la nuestra, dominada por el junco y la caña común.
No pudimos llegar hasta un viejo molino, el cañaveral no nos dio permiso.
Regresamos a la Albufera. Y nos encaminamos a remontar el Arroyo Salado. Es parecido a un caño. Solo es transitable hasta el puente de la Nacional 340.
Tras recorrer los tres ríos, volvimos al coche, tras 20 km de travesía en remo y 3 a pie. En total, ocho horas de recorrido.
Las fotos del recorrido podéis verlas pulsando aquí.
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